lunes, 9 de noviembre de 2009

PREGONES DE ADVIENTO

 

 

 

MATERIALES PARA EL ADVIENTO

1. Pregones de Adviento

 

 

A)

¡Pregona al viento

el rumor de Dios!

¡Pregona al viento, profeta,

la cercanía de Dios...!

¿Para qué anunciar a Dios

si ya tienen su dios

y no necesitan un Dios

que destrone diosecillos?

¿Para qué hablar de Dios hoy

si se venden dioses por todos los rincones,

si de cualquier cosa

fabricamos un dios?

¿Para qué hablar de Dios?

—¡Déjame en paz! ¡No me cuentes historias!

¿Para qué hablar de Dios?

Porque hay muchos dioses

a medida de los solos gustos...

Porque hay muchos dioses

a medida de lo que el cuerpo pide...

Porque hay muchos dioses

tan pequeños como nuestros antojos...

Porque hay muchos dioses

que no dan la talla...

¡Grita! ¡Anuncia y denuncia!

¡Abrid los ojos!

¡Daos cuenta del momento presente!

Escucha las palabras de tu silencio.

Escucha las palabras de hondas

del silencio de hombres y mujeres

doloridos, silenciosos, aplastados...

Escucha lo que no quieres escuchar

porque te da miedo la verdad...

Escucha, si puedes,

el clamor prendido en la percha el aire

con gemidos de angustia,

con preguntas sin respuesta,

con palabras sin destino,

con engaños que hacen daño...

Escucha lo que no quieres escuchar...

¡¡Escúchate!!

¡Abre los ojos!

Esa pregunta es camino de novedad...

Esa mirada es camino por donde viene...

Esos ojos cansados de ver, pueden admirar...

Esa vida sin sentido, tiene tarea y quehacer...

¡Abre los ojos!

Sí, es posible algo nuevo y diferente.

Sí, es posible invocar y mirar al cielo.

Sí, es posible ver el rostro de Dios cercano.

Sí, es posible

en el momento que menos lo pienses,

al alba, en pleno día,

al caer de la tarde y en noche cerrada

escuchar y voz

y acoger su palabra.

Sí, es posible

que su luz te cubra

y lo que antes te daba tedio

se convierta que manantial de vida.

Sí, es posible

abrir los ojos y contemplar

la Luz que viene,

la Luz que está,

la Luz que te ilumina.

¡Pregona al viento

el rumor de Dios!

¡Pregona al viento, profeta,

la cercanía de Dios...!

 

 

 

 

 

 

B)

Tú que lo ves todo negro.

Tú que no sabes dónde va este mundo.

Tú que piensas que Dios nos ha dejado de la mano.

Tú que no entiendes lo que vives:

Escucha la palabra del profeta:

Dios vendrá.

No intentes saber ni el día ni la hora.

Intenta esperar.

Intenta confiar.

Intenta abrirte.

Quizás está ya...

y no te habías dado cuenta

porque vivías ensimismado...

Tú que busca otra cosa.

Tú que apuestas por lo nuevo.

Tú que miras al futuro con ilusión.

Tú que confías tanto en el otro

que te llevas muchos desengaños.

Tú que trabajas

y sueñas

y crees

que es posible otra cosa

sin saber ponerle nombre...

Escucha la palabra del profeta:

Dios está de camino.

Dios no ha olvidado su promesa.

Dios está cerca de los que lo buscan.

Dios viene por propia iniciativa.

Dios trae palabras de felicidad

que el mundo no conoce.

Dios traza sendas

donde parecía imposible caminar.

Dios te sorprenderá.

Sí, donde menos lo pienses,

de la manera que menos imaginabas.

Dios se hace camino

aunque no haya camino.

Él mismo es el camino.

Escucha la palabra del profeta

y tus ojos verán sus obras.