martes, 8 de marzo de 2016

HOMILIA DEL DOMINGO 5 DE CUARESMA. C

DOMINGO 5 DE CUARESMA. C
El peso de un objeto no lo determina solamente el peso en sí mismo sino durante cuánto tiempo lo sostengo. Lo mismo pasa con las preocupaciones, los pecados, la tristeza, la pereza, la ira o la soberbia… Cuanto más tiempo las cargas más insoportable se hacen y más paraliza la virtud.
Esto tiene una explicación significativa en las lecturas de hoy, entre otras muchas cosas porque el Evangelio nos habla de piedras, de pesos y de conciencia.
Aquellas piedras, en las manos acusadoras de aquellos hombres, apenas les pesaban en el momento de la acusación, pero a medida que transcurría el tiempo y después de las palabras de Cristo las tuvieron que soltar porque empezaban a dolerle, y quizá no en las manos sino en la conciencia, que es donde más duelen las cosas.
Y lo mismo en la conciencia de aquella mujer que el mismo Cristo tuvo que descargarla de tanto peso: “En adelante no peques mas”.